¡Pero yo era el héroe! ¿O no…? Claro, todo el mundo es héroe. Y todo el mundo muere. Cuando uno va los viernes por la noche a casa de los amigos a jugar a rol después de toda una semana de estrés y hastío, lo último que espera es que le maten su personaje. Se invierten demasiadas horas diseñando su trasfondo, profesión y haciéndolo el centro del universo como para que en una mala tirada de dados todo se vaya al cuerno. No es un mal argumento. Y por eso las leyendas cuentan que, en las partidas de rol, se lanzan dados detrás de las pantallas de los masters . Esas “ alivia penas ” para muchos, son el único recurso, la única barrera, que separa la vida con ruedines de la vida sin red. Yo prefiero tirar delante de la pantalla, a tumba abierta . Y sufrir con cada golpe, Temblar ante la posibilidad de que este combate sea el último. Subir la apuesta. Evidentemente, no es del agrado de todos, ni pretendo que lo sea. Mi intención es simplemente hablaros del héroe como personaje y cómo j...
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